La Semana Santa comenzó el domingo 20 de marzo. En Barcelona es tradición que el Domingo de Ramos, en el casco antiguo de la ciudad, se celebre el desfile de "La Burreta" o "El Paso de la Borriquita". Con esto simbolizan la llegada de Jesús a Jerusalén. Muchos son los ciudadanos y turistas que compran palmas blancas para bendecirlas, y otros tantos los que cuelgan los ramos de olivos de las puertas de sus casas para protegerse de los malos espíritus: como establece la tradición.
También en el teatro... Y en la calle
Podemos ver representaciones de la Pasión de Cristo en muchos teatros municipales. A diferencia de las tierras del sur de España, Catalunya no destaca por sus procesiones. No obstante, podemos encontrar algunas espectaculares en Tarragona (conocida como Armats) y en Girona (los emblemáticos Manaires, que celebran su 75 aniversario este 2016). Entre las nocturnas la más emblemática, que cuenta con 300 años de historia, es la de Sant Hilari de Sacalm (Girona) y es el Vía Crucis Viviente del Viernes Santo. En la capital catalana y las ciudades de sus alrededores podemos encontrar la Procesión del Silencio (Badalona), Procesión de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María de la Esperanza Macarena (Barcelona). Además, en l'Hospitalet de Llogregat destaca la Procesión 15 +1.
Y en el Eixample, ¿qué?
Los más religiosos podréis disfrutar del Vía Crucis en el distrito del Eixample de Barcelona el Viernes Santo a cargo de las parroquias de San Ramón de Penyafort, Parroquia de la Purísima Concepción-Basílica i la de San Egeni I, Papa. Además, en la de San Ramón de Penyafort también organizan la Vetlla Pasqual.
Pero la Semana Santa no sólo es un buen momento para disfrutar de los eventos cristianos que organizan las parroquias de nuestro barrio. También es una época especial por sus tradiciones gastronómicas. Entre los dulces catalanes más emblemáticos y que han ido pasando de generación en generación destacan los bunyols (buñuelos). Se trata de una masa de harina que se fríe en abudante aceite y que, según la tradición, se vienen consumiendo durante toda la Cuaresma. Pese a que en función de la región catalan en la que nos encontremos hay diferentes variantes, los más famosos en Barcelona son los de viento, los de crema y los bunyols del Empordà. Los más famosos en el conjunto del territorio catalán son los bunyols del vent: reciben este nombre por el cambio de volumen que sufren al freirse. Pueden estar rellenos de crema o de chocolate, entre otros, pero destacan por estar cubiertos de azúcar.
Y el dulce catalán por excelencia en Semana Santa es La Mona de Pascua. Tradicionalmente era un bollo de harina, huevo y azúcar y se coronaba con huevos duros. En el siglo XIX la tradición comenzó a cambiar: los huevos duros pasaron a ser de chocolate y las figuras actuales más conocidas (dibujos animados, jugadores de fútbol) ganaron protagonismo. Al final, la mayoría de pastelerías preparan figuras de chocolate con motivos de moda o tradicionales que encandilan a todos los viandantes que ven sus escaparates.
También en el teatro... Y en la calle
Podemos ver representaciones de la Pasión de Cristo en muchos teatros municipales. A diferencia de las tierras del sur de España, Catalunya no destaca por sus procesiones. No obstante, podemos encontrar algunas espectaculares en Tarragona (conocida como Armats) y en Girona (los emblemáticos Manaires, que celebran su 75 aniversario este 2016). Entre las nocturnas la más emblemática, que cuenta con 300 años de historia, es la de Sant Hilari de Sacalm (Girona) y es el Vía Crucis Viviente del Viernes Santo. En la capital catalana y las ciudades de sus alrededores podemos encontrar la Procesión del Silencio (Badalona), Procesión de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María de la Esperanza Macarena (Barcelona). Además, en l'Hospitalet de Llogregat destaca la Procesión 15 +1.
Y en el Eixample, ¿qué?
Los más religiosos podréis disfrutar del Vía Crucis en el distrito del Eixample de Barcelona el Viernes Santo a cargo de las parroquias de San Ramón de Penyafort, Parroquia de la Purísima Concepción-Basílica i la de San Egeni I, Papa. Además, en la de San Ramón de Penyafort también organizan la Vetlla Pasqual.
Pero la Semana Santa no sólo es un buen momento para disfrutar de los eventos cristianos que organizan las parroquias de nuestro barrio. También es una época especial por sus tradiciones gastronómicas. Entre los dulces catalanes más emblemáticos y que han ido pasando de generación en generación destacan los bunyols (buñuelos). Se trata de una masa de harina que se fríe en abudante aceite y que, según la tradición, se vienen consumiendo durante toda la Cuaresma. Pese a que en función de la región catalan en la que nos encontremos hay diferentes variantes, los más famosos en Barcelona son los de viento, los de crema y los bunyols del Empordà. Los más famosos en el conjunto del territorio catalán son los bunyols del vent: reciben este nombre por el cambio de volumen que sufren al freirse. Pueden estar rellenos de crema o de chocolate, entre otros, pero destacan por estar cubiertos de azúcar.
Y el dulce catalán por excelencia en Semana Santa es La Mona de Pascua. Tradicionalmente era un bollo de harina, huevo y azúcar y se coronaba con huevos duros. En el siglo XIX la tradición comenzó a cambiar: los huevos duros pasaron a ser de chocolate y las figuras actuales más conocidas (dibujos animados, jugadores de fútbol) ganaron protagonismo. Al final, la mayoría de pastelerías preparan figuras de chocolate con motivos de moda o tradicionales que encandilan a todos los viandantes que ven sus escaparates.
¡Feliz Semana Santa a todos!