Las tradiciones anglosajonas parecen empezar a tomar un protagonismo importante a nivel nacional, pero en Barcelona aún nos gusta conservar la magia de las nuestras. Por eso, este último viernes de octubre hemos querido acercaros algunas curiosidades sobre la fiesta de 'La Castanyada' que celebramos en nuestra tierra: es una manera más de hablar de nuestros signos de identidad y de conservar nuestra cultura transmitiéndola de generación en generación.
Los orígenes
La noche previa a la festividad del 1 de noviembre con motivo de Todos los Santos, en los inicios de la festividad todos acompañaban a los campaneros en su toque durante toda la noche. Los alimentos tradicionales de esta época, las castañas, los panellets y los boniatos, tienen un alto contenido energético que permite mantener a las personas con fuerza suficiente durante toda la noche.
Como suele suceder, existen otras versiones sobre los orígenes de esta fiesta. De hecho, se dice que, a finales del siglo XVIII, los panellets tradicionales catalanes derivaron de las comidas funerarias. El simbolismo de tomarlos en dichas situaciones tenia que ver con la representación de la comunión con las almas de nuestros difuntos. Es más, tostando las castañas, se rezaban las tres partes del rosario para los difuntos de la familia.
Una figura representativa
Si en Cataluña hay algo que represente perfectamente esta fiesta, es la figura de la 'castañera'. Es habitual que la representemos como una mujer mayor, vestida con harapos y con un pañuelo en la cabeza. Esta mujer pasa sus horas tostando las castañas en la calle para venderlas y ganarse un dinero con ellas. Hoy son muchos los jóvenes que, con intención de ganarse un dinero para sufragar los gastos de sus viajes de estudios, ocupan las calles de todas las ciudades vendiendo el fruto otoñal que tanto nos gusta oler mientras paseamos por las calles más emblemáticas de Barcelona.
La fiesta en diferentes esferas
En la actualidad, son muchos los lugares en los que celebramos la 'castañada': en familia, con nuestros amigos, en el trabajo o en la escuela. La cuestión es, principalmente, mantener viva una tradición que ha conseguido sobrevivir varios siglos. Si bien es cierto que las fiestas populares de otros países, como el Halloween que hemos comentado anteriormente, son también muy divertidas, cada pueblo debe luchar por conservar las suyas y, sin duda, por intentar que nuestros hijos las sigan manteniendo vivas.
Feliz castañada a todos.
Los orígenes
La noche previa a la festividad del 1 de noviembre con motivo de Todos los Santos, en los inicios de la festividad todos acompañaban a los campaneros en su toque durante toda la noche. Los alimentos tradicionales de esta época, las castañas, los panellets y los boniatos, tienen un alto contenido energético que permite mantener a las personas con fuerza suficiente durante toda la noche.
Como suele suceder, existen otras versiones sobre los orígenes de esta fiesta. De hecho, se dice que, a finales del siglo XVIII, los panellets tradicionales catalanes derivaron de las comidas funerarias. El simbolismo de tomarlos en dichas situaciones tenia que ver con la representación de la comunión con las almas de nuestros difuntos. Es más, tostando las castañas, se rezaban las tres partes del rosario para los difuntos de la familia.
Una figura representativa
Si en Cataluña hay algo que represente perfectamente esta fiesta, es la figura de la 'castañera'. Es habitual que la representemos como una mujer mayor, vestida con harapos y con un pañuelo en la cabeza. Esta mujer pasa sus horas tostando las castañas en la calle para venderlas y ganarse un dinero con ellas. Hoy son muchos los jóvenes que, con intención de ganarse un dinero para sufragar los gastos de sus viajes de estudios, ocupan las calles de todas las ciudades vendiendo el fruto otoñal que tanto nos gusta oler mientras paseamos por las calles más emblemáticas de Barcelona.
La fiesta en diferentes esferas
En la actualidad, son muchos los lugares en los que celebramos la 'castañada': en familia, con nuestros amigos, en el trabajo o en la escuela. La cuestión es, principalmente, mantener viva una tradición que ha conseguido sobrevivir varios siglos. Si bien es cierto que las fiestas populares de otros países, como el Halloween que hemos comentado anteriormente, son también muy divertidas, cada pueblo debe luchar por conservar las suyas y, sin duda, por intentar que nuestros hijos las sigan manteniendo vivas.
Feliz castañada a todos.